Mis
padres se conocieron hace en cuidad constitución un día como a las dos de la
tarde en una plaza muy popular del centro, cuando mi madre lo miro por primera
vez ella se enamoró de ese hombre
vestido de camisa a cuadros, pantalón vaquero, muy bien presentable. Esa vez
solo se saludaron, él dijo hola y ella le respondió de la misma manera, pasaron
los días y todos los días concedían en ese lugar. Una ocasión mi padre se
detuvo para platicar con ella, intercambiaron algunas palabras y se fueron
conociendo más.
Se
hicieron novios después de aproximadamente cinco meses, él iba a visitarla a su
casa una vez por semana, duraron cinco meses de noviazgo, un día de visita
estaban platicando, cuando mi padre le dijo a mi madre – sabes ya es tiempo de
que nos casemos- ella solo se rio y evadió el tema, así estuvo insistiendo
hasta que logro que ella le diera un si como respuesta de su petición. Cuando
se enteraron la familia de ella se opusieron rotundamente, aun así se llevó
acabo el matrimonio, primero por el registro civil.
Mi
papá tenía su propia casa en la colonia fovissste pioneros, era un departamento
un poco pequeño pero muy bonito, donde comenzaron a vivir juntos ya cazados,
los planes de ambos eran cazarse por la iglesia también pero no contaban con
una buena economía, así que decidieron esperar un poco más. En los sueños de él
estaba tener un hijo hombre, una vez se lo platico a ella, sus reacción fue de
felicidad pero no le dijo si se lo daría, después de tres años de estar juntos
donde ella se dio cuenta que era una persona buena, responsable, sincera,
honesta, etc. Ella se sintió segura de embarazarse y darle ese hijo que tanto
le pedía mi papá.
En
1995 al principio de ese año ella le dio la noticia de que estaba embarazada,
fue un día de mucha felicidad por que realmente era lo que los dos querían,
lloraron de la emoción juntos, los dos se entusiasmaron, fueron a la iglesia a
dar gracias por la bendición que tenía ella en su vientre. Siempre la lleva a
sus citas médicas. Cuando cumplió cinco meses de embarazo, fueron a realizarle
un ultrasonido para saber el sexo del embrión, cuando llegaron a la cita, mi
padre quería que fuera un varón y mi madre deseaba una mujer. En el momento de
que el doctor le estaba realizando lo necesario, dijo –es un hombre-, la felicidad
abundo el rostro de ambos,
Después
de nueve largos meses de espera, un 16 de noviembre de 1995 como a las tres de
la madrugada nació el primer hijo de ese feliz matrimonio, aunque el parto se
complicó un poco, al salir me recibió mi tía que era la doctora de ese turno en
la clínica del issste, cuando me tomo con sus manos para provocarme el llanto,
no lograba hacerlo, ella me dijo que estuve apuntó de morir, me tomo y me hizo
un intento más, antes de darme por muerto me bautizo con el nombre de Gustavo
campillo santa cruz para que si moría no me fuera al limbo, afortunadamente
quiso intentar una vez más lograr hacerme llorar y lo logro, se alegró mucho,
me cobijo y me coloco aun lado de mi madre. Mi padre estuvo muy atento afuera
de la clínica, esperando la noticia.
Cuando
nos dieron de alta, nos llevaron a la casa de mis abuelos donde nos cuidarían a
los dos con la experiencia de mi abuela, y por la comodidad de mi madre después
de la cesaría tan complicada, hay pase mis primeros seis meses de vida. Después
de eso mis padres decidieron regresarse al departamento, yo dormía en medio de
papá y mamá según ellos así me ponían la atención necesaria que un bebé podría
ocupar.
La
verdad cuando yo era pequeño estaba muy consentido tanto que deje de tomar leche
materna hasta los tres años de edad, incluso ya caminaba muy bien, solo me la
pasaba pidiendo cosas y me las compraban siempre. En la edad de un año
decidieron bautizarme por la iglesia, en cuidad constitución en el santuario de
Guadalupe siendo mi padrinos Fernando ríos, con el nombre de Gustavo Campillo
Santa Cruz.
Yo
elegí ser maestro porque desde pequeño decía que era uno de mis mayores sueños,
siempre que miraba algún maestro dando una clase me imaginaba que yo estaba en
su lugar y si consideraba algo enfadoso o difícil de aprender, en mis
pensamientos generaba ideas de cómo poder mejorar esos aspectos (como decía
Leopoldo Kiel “entre las cualidades pedagógicas la principal es la vocación).
Cuando los practicantes visitaban mi escuela yo observaba su desempeño y
actitudes dentro y fuera del aula, mis deseos por ser como alguno de ellos
aumentaba (en él libro de MA. Jiménez pp.34 en el tema de las identificaciones
tempranas dice “el 18.8% la elección de la profesión sitúa su anclaje en una
serie de experiencias realizadas con modelos significativos en su trayecto de
la niñez). En mi paso por la secundaria conocí maestros con muy buen sistema de
enseñanza, tomándolos como un ejemplo para mi futuro (decía Abraham Castellanos
“no hay que olvidar, además, que se nace educador, como se nace artista).
Mis
razones son porque me gustaría algún día estar al frente de un grupo, ser una
maestro muy reconocido y respetado por la sociedad en todos los aspectos,
enseñar y aprender de mis alumnos generación tras generación (Sherwell
recomendaba al maestro el cariño que se debe profesar a sus alumnos no debe
llegar al extremo de la familiaridad, pues este caso podría ocasionar “la
pérdida del respeto”), también quisiera ser el orgullo de mis hijos y esposa.
El motivo de mi decisión es porque cuando pienso que puedo lograr mi sueño con
dedicación, sentiré mucha satisfacción. Las condiciones es el campo laboral de
ser docente tan amplio y hoy en día tan exigente en competencias. La principal
expectativa es terminar la docencia con un buen prestigio.
Tomé
la decisión de ser maestro porque la mayoría de ellos hombres se desempeñan muy
bien al igual que las maestras. Por otro lado en la economía también la
consideré para mi elección, porque tenía que trasladarme a otra ciudad y el
gasto sería un poco elevado, aún que estoy seguro que si logro trabajar como
maestro en algún plantel podré ganar mi propio dinero (en él libro de MA.
Jiménez pp.38 en el tema necesidad o circunstancia dice “los que aluden a
motivación económica 5.1% se sitúan en un pasado reciente en el que las
contrataciones y los beneficios laborales estuvieron asegurados). Mis ideas son
poder ser un ejemplo para mis alumnos, como yo tengo presentes ejemplos a
seguir de algunos ex maestros. Como soy soltero y no tengo hijos, la condición
es la distancia de mi familia y no poder pasar tiempo con ellos. En cuanto a la
cultura aumenta las ganas de ser un profesionista porque es lo que mis padres
siempre han querido para mí. Yo también deseo ser profesionista y ser aceptado
por la sociedad.
Por
último puedo decir que estos casi dos meses que he estado dentro de la escuela
normal me han servido de mucha ayuda para que mi decisión por la docencia se
fortalezca y mis conocimiento previos al campo laboral queden más claros en la
cuestión de lo que es un profesor. Puedo decir que me quedaré en esta carrera
porque siento que tiene conexión conmigo, me gusta mucho la idea de que la
gente te reconozca como un líder, como un ejemplo y tener siempre un perfil
adecuado tal como es la limpieza, el uniforme, la manera de hablar y expresarme
con toda la gente que rodea mi entorno, inculcar valores y poder crear en los
niños un pensamiento positivo. Aun que tengo claro que esta profesión nunca
termina ya que el enseñar exige que
siempre estés en constante actualización al aprendizaje. Cada generación
es diferente y si nosotros nos quedamos con un método antiguo de enseñanza lo
más seguro es que nuestros alumnos tengan dificultades, al cometer un error
puede costar mucho para ellos en su futuro profesional.
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